Te explicamos cómo funciona esta relación entre electrolitos y hormonas, y por qué es crucial entenderla si te interesa el rendimiento, la salud o simplemente sentirte bien día a día.
Primero, ¿qué son los electrolitos?
Los electrolitos son minerales con carga eléctrica que están presentes en nuestra sangre, tejidos y líquidos corporales. Los más conocidos son: Sodio (Na⁺), Potasio (K⁺), Calcio (Ca²⁺), Magnesio (Mg²⁺), Cloruro (Cl⁻), Fosfato (PO₄³⁻).
Estos minerales permiten que las células se comuniquen, que los músculos se contraigan y que el cuerpo mantenga su equilibrio de agua y pH. Pero también actúan como interruptores bioquímicos que afectan directamente la secreción de ciertas hormonas.
Electrolitos y hormonas: ¿qué relación tienen?
1. Sodio y la hormona aldosterona
El sodio está íntimamente ligado con la aldosterona, una hormona producida por las glándulas suprarrenales. Esta hormona regula cuánta sal y agua retiene el cuerpo. Si tus niveles de sodio bajan, el cuerpo responde liberando más aldosterona, lo que lleva a: retener más sodio en los riñones, aumentar la presión arterial y regular el volumen sanguíneo.
Este mecanismo es esencial para mantenerte hidratado y con energía, especialmente en momentos de estrés físico o deshidratación.
2. Potasio y la secreción de insulina
El potasio influye en la liberación de insulina, la hormona encargada de mover la glucosa hacia las células. Niveles bajos de potasio pueden reducir la capacidad del páncreas para liberar insulina adecuadamente, el cual puede alterar la respuesta a los carbohidratos, aumentar el riesgo de resistencia a la insulina y afectar el metabolismo energético.
En deportistas, una buena regulación del potasio mejora el control de la energía durante el ejercicio.
3. Calcio: no solo para los huesos
El calcio es indispensable para que se liberen hormonas como:
Paratohormona (PTH): regula el calcio en sangre.
Hormonas sexuales como estrógenos y testosterona.
Hormonas del crecimiento (GH).
La señal de "liberación hormonal" ocurre gracias al ingreso de calcio a ciertas células especializadas. Si no hay suficiente calcio, ese mensaje no se envía correctamente.
4. Magnesio y el eje hormonal del estrés
El magnesio participa en más de 300 reacciones bioquímicas, muchas de ellas hormonales. Afecta directamente el funcionamiento del eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal (HHS), que regula la liberación de cortisol (hormona del estrés); ACTH (hormona adrenocorticotropa) y Melatonina (regula el sueño).
La falta de magnesio puede aumentar la liberación de cortisol y alterar el ciclo sueño-vigilia.
¿Qué pasa si faltan electrolitos?
Cuando hay un desequilibrio (por sudor excesivo, dietas muy restrictivas, diarreas o vómitos), el cuerpo no solo pierde líquidos, sino también su capacidad de regular las hormonas correctamente. Esto puede traducirse en: fatiga crónica, problemas de sueño, desequilibrios menstruales, bajo rendimiento físico o mental y/o problemas de presión arterial.
Es decir que, los electrolitos son mucho más que simples minerales para la hidratación. Actúan como mensajeros eléctricos que permiten que tus hormonas se liberen, funcionen y se regulen adecuadamente. Sin un buen equilibrio de sodio, potasio, calcio y magnesio, tu cuerpo no puede responder bien al estrés, regular el azúcar en sangre, mantener la presión arterial ni coordinar funciones clave como el sueño o el rendimiento físico.